CHAT - Gay Tierra del Fuego y Gay Santa Cruz



VISITA EL CHAT DE GAY TIERRA DEL FUEGO 

miércoles, 1 de mayo de 2013

George Clooney se hizo "lifting" en los testículos


George Clooney se estiró las bolas

Foto Diario Río Negro



"No me gusta tener arrugas ahí abajo", justificó.




La cirugía a la que se sometió el actor George Clooney no es la habitual.


"No me retoqué las arrugas de los ojos pero sí que me gasté mucho dinero para hacerme un lifting en los testículos.No me gusta nada tener arrugas ahí abajo", expresó la estrella de Hollywood.


Aclara que «se trata de una técnica nueva, en Hollywood lo hacen todos, se llama "ball ironing».


Además, Clooney habló sobre su vida amorosa y una supuesta homosexualidad: "Todos piensan que soy gay. Nunca desmentiré ningún rumor porque no quiero que la gente pueda creer que ser homosexual es una cosa negativa. Mi vida privada es solo mía, privada y punto".


lunes, 25 de marzo de 2013

El Papa es argentino, no puede haber putos argentinos


Un joven de 21 años denunció haber sido golpeado ferozmente por dos alumnos de un colegio católico que le recriminaron su condición de homosexual durante una fiesta celebrada en una casa del partido bonaerense de San Isidro. 



"El Papa es argentino, no puede haber putos argentinos", fue lo que asegura haber escuchado Pedro Robledo por dos alumnos del Colegio Educativo Carmen de Arriola Marín en el momento en el que se encontraba de la mano de su pareja, de 20 años.

"Estaba de la mano con mi novio y se acercó un chico diciéndonos que nos teníamos que separar porque era una casa católica", explicó Robledo, quien señaló que todo comenzó anoche cuando la pareja arribó junto a un grupo de amigos, entre los que se encontraba sus dos hermanas, a una vivienda en la que se celebraba una fiesta de bienvenida a jóvenes que regresaban de los Estados Unidos.

"Estábamos caminando por la calle cuando nos paró un chico y dijo que nos teníamos que separar, porque era una casa católica. Le dijimos que no lo queríamos hacer porque no ofendíamos a nadie", contó el joven en declaraciones al canal C5N.

"Después vino el hermano de este chico y la cosa se puso muy pesada. Nos decían putos de mierda, váyanse. Ustedes no pueden procrear, son deformes. Que no podíamos estar en esa casa porque eran todos católicos. Eran cosas muy pensadas", continuó en el relato.

El joven les dijo que también era católico y que comulgaba, y que no pensaba que ofendía a nadie, momento en el cual recibió un puñetazo.

"Perdí un poco el conocimiento y no se cuantas personas me agredieron", sostuvo el joven, que dijo que podía identificar por el nombre a uno de los agresores, que también llegaron a golpear a una de sus hermanas y a un amigo.

"Los dos chicos que me pegaron son del colegio Marín, pero no creo que tenga mucho que ver, porque también fui a colegio católico y tenemos amigos en ese colegio", explicó.

La pareja se presentó a realizar la denuncia de la agresión ante la comisaría quinta de San Isidro.

"Lo más feo es que usen el nombre del Papa, que dice que quiere generar un cambio y abrir la Iglesia para todos", concluyó el muchacho.

:: Ambito.com

miércoles, 13 de febrero de 2013

Abuso sexual de niños



Estos consejos para evitar el abuso sexual los da Alessandra Rampolla




La simple idea de que nuestros hijos puedan llegar a ser víctimas de abuso sexual nos genera un terror glaciar. Pero es un tema sobre el cual tenemos la obligación de informarnos, porque sólo así es posible tomar medidas para evitar que ocurra. ¿Qué podemos hacer?
  • Fomentar un diálogo abierto con nuestros hijos sobre sexualidad, desde el mismo momento en que nacen. La información adecuada es la única herramienta y la mayor protección que les podemos dar.
  • Enseñarles a diferenciar entre contactos normales y abuso sexual. Lo que podríamos llamar "el buen toque" y "el mal toque".
  • Inculcarles que tienen potestad exclusiva sobre sus cuerpos, que sus partes privadas sólo pueden tocarlas ellos, a excepción de las personas que los cuidan y en situaciones específicas, como bañarlos, ayudarles a ir al baño o en una revisión médica.
  • Explicarles que si alguien trata de tocarles el cuerpo y los hace sentir incómodos, le digan que "no lo haga".
  • Enseñarles a los niños que el respeto hacia las personas mayores no significa que deben obedecer siempre: "Si alguien te toca de una manera que te incomode, dile que no lo haga, y cuéntanos enseguida".
  • Decirles que no hay secretos con papá y mamá.

Claves para estar alerta

La American Academy of Child&Adolescent Psychiatry ha establecido una serie de señales que podrían indicar abuso sexual en los niños. Les transmito estas señales, pero entendamos que ninguna de ellas, por sí sola, indica que estamos ante un caso de abuso sexual.
  • Comportamiento hipersexualizado: el niño se autoestimula de manera compulsiva, tiene una actitud seductora y erotizada. Hay que estar muy atento y saber diferenciar un comportamiento normal o distraído, como cuando el niño se toca con el control remoto mientras mira televisión, al de un comportamiento compulsivo en que el niño se toca continuamente y tiene movimientos que tú percibes como eróticos.
  • Si utiliza frases inapropiadas para su edad. Si te dice: "¿Me la chupas?", "¿Te la chupo?", "Méteme el dedo en la chuchi" es una señal de alarma. El mero hecho de que nuestro niño diga estas frases no significa que haya sido víctima de abuso sexual, pues podría haberlas escuchado en la tele o dichas por otras personas. Sin embargo, no ignores esta señal.
  • Interés poco usual en todo aquello de naturaleza sexual. O, por el contrario, una evitación extrema a cualquier contenido sexual.
  • Problemas para dormir o pesadillas.
  • Depresión o aislamiento.
  • Decir que tiene el cuerpo sucio o dañado, o tener miedo de que haya algo malo en sus genitales.
  • Negarse a ir a algún lugar en particular.
  • Secretividad.
  • Evidencia de abusos o molestias sexuales en sus dibujos, juegos o fantasías.
  • Agresividad poco común.
¿Que hacer?
Si sospechas que tu niño ha sido víctima de abuso sexual:
  • Controla tus reacciones: ante la menor sospecha o indicio de que tu niño ha sido abusado sexualmente, sentirás que todo tu mundo se derrumba, te correrá un frío por todo el cuerpo, vas a sentir mucho miedo y ansiedad. Pero ante una situación así tienes que controlar tus reacciones y pensar que tu mayor responsabilidad es contener y proteger a tu niño.
  • Nunca lo ignores: como padres es devastador recibir este mensaje, pero recuerda que el golpe más grande que le puede dar un padre/madre a su hijo abusado es no creerle o ignorarlo. Escúchalo atentamente y tan tranquilo como te sea posible, siempre atento a tus reacciones.
  • Indaga realizando preguntas abiertas: en ocasiones, lo que podría parecer una señal de abuso no se relaciona con abusos reales, sino que el niño ha estado expuesto a material de adultos o a un comportamiento adulto no intencional. Por ejemplo, vio algún contenido pornográfico o pilló a sus padres manteniendo relaciones… Para evitar confusiones que nos lleven a conclusiones erradas, debemos hacer preguntas abiertas como: "Cuéntame, ¿qué pasó?". Pero no hagas preguntas directas como: "¿Fulano te metió el dedo, te tocó, te besó?", porque son contraproducentes, ya que pueden direccionar sus respuestas, viciando la realidad de lo sucedido.
  • Evita el contacto con las personas involucradas en el hecho hasta que se clarifique.
  • Hazle saber al niño que nunca es su culpa: los niños pueden sentirse avergonzados y culpables del abuso. Déjale en claro que nada de lo sucedido es su responsabilidad.
  • Lleva al niño a que le realicen un examen médico y a una consulta psiquiátrica.

martes, 22 de enero de 2013

Que sabemos de Sexo Tántrico




No se trata, fiel al estilo argentino, de convertirse de un día para el otro en un pequeño Buda ilustrado para acceder a las costumbres orientales que garantizan plenitud. Es bueno incorporar, poco a poco, técnicas que ayudan a mejorar la calidad de vida y, por supuesto, optimizar la vida sexual (para los chinos, la principal fuente de salud y armonía).

Solemos ir de un extremo al otro cuando buscamos alternativas que nos ayuden a modificar aquello que no funciona tan bien como nos gustaría. Las estadísticas dan cuenta de que los argentinos, así como gran parte de la población mundial, no estamos del todo conformes con la cantidad y calidad de nuestra vida sexual.

Las exigencias del ritmo occidental - el correr atrás de todo (y de nada), el girar en la rueda ansiosa y sin destino del hámster, la condena al estrés y al cansancio que resulta de tanto "frenetismo productivo", etc. - nos alejan cada día de la posibilidad de gozar más y mejor (para los chinos, y para todos, eso es atentar contra nuestra salud física y emocional).

Cuando un día descubrimos que "esto no puede seguir así" - un primer gran paso, siempre y cuando no nos carguemos otra vez de presión para conquistar el cambio de manera inmediata y efectiva- solemos tomar actitudes acordes a nuestro estilo desmesurado y exigido. Muchos, sino la mayoría de los que deciden aprender las consagradas y hoy marketineras técnicas de Oriente, salen corriendo a comprarse un kimono, se ahogan en sahumerios o se arrojan a los pies del simpático Buda como si este fuese el "gurú o el santo" que, a la luz de la vela y el OMM, siempre está para salvarnos.

La decisión y la búsqueda son internas, personales, acordes, siempre, a las verdaderas necesidades, deseos y posibilidades. Todo cambio que emprendamos en forma compulsiva y exigida no hará más que seguir "enrollándonos" en nuestro karma de logros y perfección, responsable de tanta "impotencia", "anorgasmia" y, fundamentalmente, agente contaminante del placer, más allá la erección y de la eyaculación como resultado.

El Tantra, procedente de dos antiguas palabras del sánscrito, cuyo significado es expansión y liberación, promete una serie de técnicas básicas para disminuir las tensiones, alcanzar un clima de relajación que ayuda a intensificar el placer. Qué imposible parece pensar en la idea de gozar "retrasando" los tiempos. A grandes rasgos, la práctica tántrica invita al encuentro de los cuerpos sin presiones, apuros ni exigencias.

Quienes quieran entrenarse en esta forma de enseñanza hindú, sabrán buscar a sus maestros en forma responsable. Lo que hoy sugerimos es buscar y reconocer ciertas prácticas o ejercicios simples que pueden transformar las emociones en estados positivos y, así, recuperar la energía y afianzar nuestra auto imagen y autoestima.

Desenchufarse y darle unos minutos a la posibilidad de, por ejemplo, aprender a respirar o despojarnos de las ropas, así como de responsabilidades, viejos mandatos y culpas extremas, puede ser el comienzo, no sólo de vivir una sexualidad mucho más plena sino de mejorar otras áreas del mundo físico y emocional. Cuando algo se modifica en nuestra mente y en nuestro cuerpo, la nueva música resuena y la onda expansiva va ganando terreno. El cuerpo escucha rápido lo que le hace bien.

Algunos mensajes tántricos

Las técnicas quedan en manos de lo que saben, por eso, hoy vamos a compartir sólo algunos principios y enseñanzas orientales que pueden calmar los ritmos de este lado del mundo:

- Como anticipamos, la medicina oriental creía que la sexualidad era fuente de juventud y, que junto con la alimentación, el ejercicio físico y la meditación podía llevar al hombre a vivir más de 100 años.

- La respiración nos ayuda a calmar las voces internas y, en la relajación, escuchar al cuerpo. La respiración, relaja, activa y permite controlar impulsos y promover pausas.

- El sexo tántrico como método propone incluir todos los sentidos. Es una invitación a elevar el placer con besos, caricias y abrazos e ir más allá de lo estrictamente instintivo (y automático).

- La eyaculación no es sinónimo de orgasmo. El placer no reside en los resultados. Es más, el sexo tántrico cree que "la eyaculación aleja al hombre del orgasmo verdadero" y, muchas veces, interrumpe el encuentro con la pareja (insistimos, no es para tomarlo como presión o exigencia, pero en los niveles máximo de Tantra, se considera eyaculación precoz, el hecho de alcanzar el orgasmo con menos de una hora de juego o éxtasis).

- El Tantra es una invitación a explorar con libertad y compromiso para con uno y con el otro; saber escuchar y palpar esas sensaciones que movilizan las fibras más íntimas;

- Hay distintas versiones de Kamasutra para aquel que quiera dedicarle un tiempo y espacio creativo al encuentro sin apuros ni límites.

Por Juan Yesnik
::RevistaOhlala.com

domingo, 13 de enero de 2013

En el Vaticano marcharon contra la homofóbia


Marcha contra la homofobia en el Vaticano




Miembros de varios grupos italianos por la diversidad se trasladaron al Vaticano para protestar contra los comentarios del Papa Benedicto XVI oponiéndose al matrimonio igualitario. 



Los manifestantes coparon la Plaza de San Pedro con pancartas que rezaban “Homofobia equivale a muerte”, “Cásense con la paz” y “Háblenme de amor”, entre otros.



:: Perfil

miércoles, 2 de enero de 2013

Poppers: una misma tendencia sexual no significa aprobar el uso de cualquier cosa.



Resulta raro - extraño y deplorable - que en los últimos 30 años gran parte de las publicaciones destinadas al publico gay se haya dedicado a promocionar y publicitar de forma engañosa sobre el poppers, el AZT , los inhibidores de las proteasas "cócteles"o cualquier otro “tratamiento” para el VIH/SIDA.

Cuanto menos resulta contradictorio dado que los argumentos sobre estas drogas demuestran que no sólo son perjudiciales, sino que han sido y siguen siendo la causa del sufrimiento y la muerte de decenas o cientos de miles de hombres gays.

Comencemos con la droga gay de primer orden ,el"poppers". Es curioso que casi todos los hombres gays la conozcan, pero que muy pocos sepan en realidad lo que es el "poppers". Así que es necesario comenzar por su definición.



Esta es la portada de Poppers y SIDA : Death Rush, un libro de 64 páginas editado por Pagan Press en 1986.
Su propósito era advertir a los hombres homosexuales sobre los peligros inhalantes de los nitritos de alquilo o nitritos (nitrito de amilo, nitrito de butilo, nitrito de isobutilo, et al.).

Han pasado muchos años desde que su autor John Lauritsen analizase de forma exhaustiva la toxicidad del "poppers" en su libro.
Sin embargo se ha mantenido fuera del conocimiento común sobre todo para gran parte de sus consumidores.
Tras los años trascurridos la información médica que encontramos en el libro de Lauritsen no ha cambiado y la toxicidad por el consumo de"poppers" sigue siendo válida en la actualidad.

Para leer Death Rush , haga clic aquí





Éstos son algunos de los artículos publicados en Internet sobre el poppers.

Robert Payne, director de Drummer (una revista S & M "para el macho macho") revisó Death Rush de forma muy favorable en el número 98 (finales de 1986).


Para leer su revista en formato HTML , haga clic aquí.



Para ver las reproducciones facsímil de la revista Drummer y su cubierta , haga clic aquí.



John Lauritsen: Reunión en NIDA Pide que se investigue sobre el Poppers-Sarcoma de Kaposi y su conexión. Haga clic aquí .


Publicado por Clean hands

viernes, 21 de diciembre de 2012

Discriminados por nuestra orientación sexual




El proyecto prohíbe incluir en el formulario preguntas "lesivas del derecho a la diversidad sexual". César Cigliutti, titular de la Comunidad Homosexual Argentina, opinó que "de ninguna manera la pregunta por su orientación sexual puede ser un dato que dé alguna garantía".

Todavía tenemos que explicar lo obvio!!!!

¿SABÍAS QUE EL MINISTERIO DE SALUD PROHÍBE QUE LOS GAYS DONEMOS SANGRE?



En su última sesión ordinaria del año, la Cámara de Diputados dio media sanción a una ley dirigida a eliminar del cuestionario previo a la donación de sangre, preguntas referidas a la orientación sexual de las personas.

El diputado nacional del FAP, Roy Cortina presentó hacia el año 2008, la primera iniciativa en ese sentido, surgida a partir del diálogo y el trabajo conjunto con distintas organizaciones de la diversidad sexual.

Al respecto el diputado socialista Cortina sostuvo: “Estamos orgullosos de haber promovido esta ley que es un avance en materia de derechos. Negarle la posibilidad de donar sangre a los varones gays por considerarlos parte de una categoría sospechosa es anacrónico y contrario al principio constitucional de igualdad”.

Y agregó: “No hacer hincapié en la conducta riesgosa que es tener relaciones sexuales sin protección y, en cambio, señalar a un supuesto grupo de riesgo, resulta discriminatorio y crea una falsa sensación de inmunidad entre quienes no lo integran, que atenta contra la posibilidad de prevenir la transmisión de HIV.”

martes, 11 de diciembre de 2012

Padre, Travesti, Arquitecta y Docente



La fuerza del deseo. Un hombre que estuvo en pareja con una mujer durante 27 años sintió la necesidad de transformar su cuerpo y su sensibilidad hacia lo femenino, pero sin perder la profesión ni la relación con sus hijos.



Foto Clarín

Yo soy ahora.

Cuando miro una foto vieja, no sé quién es esa persona que se supone que era. Eso me encanta. Sería terrible que me reconociera en ese hombre, porque como tal fui muy infeliz. En cambio, desde que me descubrí sintiendo como una mujer, el dolor desapareció.

Sé que es muy raro, pero hace unos años nací de nuevo. Hasta 2001, estaba casado y llevaba una vida “normal” en Rosario, con mi ex mujer y mis tres hijos. La crisis argentina de esa época hizo que, como arquitecto, me quedara con un solo cliente para el cual yo estaba construyendo un shopping en Resistencia (Chaco). Me dediqué a ese trabajo con exclusividad porque pagaba muy bien. Era una oportunidad real de mantener a mi familia, en un momento en que nadie tenía trabajo. Me iba de Rosario el lunes a la noche y volvía el domingo. Ese ritmo duró cuatro años y profundizó la distancia de mi ex mujer con la que, no obstante, siempre tuve muy buena relación. Hacia 2004, con Claudia manteníamos un vínculo meramente formal, de un enorme cariño pero nada más. Lo atribuíamos a los años que hacía que estábamos juntos, 27 contando los de noviazgo.

En esa época, me sentía muy mal, no sabía lo que me pasaba, sufría una angustia enorme. Resolví no seguir viviendo así y nos separamos. No fue hasta dos años más tarde que descubrí el mundo travestido.

Antes de separarme, pesaba casi 100 kilos, fumaba mucho y tomaba bastante alcohol. Era un bebedor social, por lo que jamás descuidé a mi familia ni mis obligaciones, pero tuve un problema respiratorio importante que representó un quiebre. Una llamada destinada a hacerme reflexionar sobre cosas que yo escondía detrás del alcohol y el cigarrillo. Los dejé por completo y empecé un régimen estricto con el que bajé 20 kilos. Durante dos años, sentí cómo mi cuerpo se iba purificando y dejando atrás lo que me hacía daño.

Quizá porque durante ese período estuve sola, comenzaron a aflorar de manera insistente algunos episodios de mi adolescencia. Por ejemplo, recordaba el cariño especial hacia un compañero de la escuela o la vez que, a los 15 años, un hombre me buscó y casi se produjo un encuentro sexual pero me sentí tan mal que lo evité. La época alentaba la represión: dictadura militar y una formación católica ortodoxa frente a la que cualquier fantasía se me representaba como un gran pecado mortal. También recordé que me gustaba una chica que tenía un hermano mellizo; yo sentía atracción por los dos. En esos episodios que nunca fueron consumados, había una clave. Pero me habían hecho sufrir y llorar tanto que los tapé como si nunca hubieran existido. Hasta que reaparecieron.

Empecé a frecuentar boliches gay. Lo curioso es que en ningún momento me salió ser varón y gay. Iba a ver los shows, empecé a tener amigas travestis. Al principio, el papel masculino lo jugaba yo de manera muy light porque tampoco era eso lo que quería. A las chicas las veía como amigas, me interesaba cómo se pintaban o se vestían, como cuando las mujeres miran a otra y dicen qué hermosa, qué lindas piernas, qué buena ropa. El hombre ve lo mismo pero tiene otra actitud, de conquista. Yo, en cambio, me acercaba a las chicas para imitarlas. Tardé en darme cuenta de que mi deseo era ser como ellas. Cuando lo acepté, empezó la transformación.

Pasaron cerca de dos años hasta que inicié el cambio. Para la gente de esos lugares, yo era una rareza. Ellos te ponen una etiqueta: sos la profesora, la maestra, la abogada, y para mí no había ninguna. O sí, la extraña. Eran jóvenes de la edad de mis hijos y estaban desconcertados al ver una persona grande incursionando en ese ámbito.Las chicas travestis también se sorprendieron mucho, porque a la edad en que yo empecé a cambiar, ellas se jubilan. Enseguida tuvieron la mejor disposición: me enseñaron a maquillarme y a comprarme ropa. Fundamentalmente, una de ellas: Valeria, que ya consiguió su documento, es mujer desde los 15 años y tiene otra fisonomía, no como yo que soy corpulenta.

Foto Clarín
El cambio fue muy gradual. Tuve un período muy ambiguo hasta llegar a la vestimenta femenina. Hoy, a los 55, no recuerdo una fecha ni un momento preciso en el que haya salido vestida de mujer. Antes fui ensayando la postura, lo gestual, la manera de caminar. Aunque todavía no tengo una carga hormonal femenina mayor que la masculina, mi cuerpo se fue adaptando a usar corpiño y bombacha. Eso me hizo cambiar la postura y la manera de   moverme. Todo esto lleva mucho tiempo. Me acuerdo de cuánto me costaba usar tacos, empecé por los más bajitos y fui subiendo hasta ponerme unos altísimos. Ahora no me los saco.

Cuando me separé, vine a vivir a la casa de mi madre, como hombre. Ella fue testigo de mi proceso hasta que la transformación se hizo evidente. Mi madre es muy reservada, sobria, profesional, con una crianza muy rígida; la sexualidad para ella no es un tema que deba ventilarse. Una sola vez tocó el tema y yo le planteé que si era una molestia, me retiraba, pero ella me dijo “vos sos mi hijo y te quedás”. Desde ese momento, me aceptó y paulatinamente todo empezó a marchar mejor.

Yo me sentía de una manera y así me iba presentando. No podía cambiar de un día para otro. En la Facultad, donde soy docente por concurso de Análisis Proyectual II y de Expresión Gráfica, hay colegas que me conocen desde hace 25 años. Para dar clases, al principio usaba una ropa ambigua que iba cambiando por otra más audaz y definida. Llamaba la atención y lo tomaban medio en risa medio en serio pero jamás tuve el menor problema en la Universidad: es un ámbito de tolerancia y de crecimiento personal e intelectual en una de las ciudades del país más libres en este sentido. Desde hace tres años, doy clases en la Facultad completamente vestida de mujer.

En cuanto a mi familia, con Claudia tuvimos tres hijos: Juan Ignacio, Santiago y Bárbara. Mi hija me demostró enseguida comprensión e identificación, quizá porque es mujer. También restableció el nexo entre los dos varones y yo, en la época en que a ellos se les hacía más difícil aceptar lo que estaba ocurriendo. Sé que les dijo “Papá y mamá nos han enseñado libertad, tolerancia, a ser buena gente y amigos de todos. Si ustedes van a discriminar a papá por lo que es ahora, entonces están yendo en contra de lo que nos enseñaron”. Ha sido muy convincente porque los varones entendieron y hace un año que lo viven como algo definitivo.

Los domingos a la noche nos reunimos todos y ellos vienen con sus novias.

Los recibo con minifalda o vestido y generalmente maquillada porque así soy yo ahora. Todos me dicen papá. Eso no puede cambiar; sería un horror pedirles a mis hijos que me traten de otra manera.

Papá es travesti, pero sigue siendo papá. Si ellos necesitan una ayuda o enfrentar alguna situación conflictiva, yo me comporto como un papá desde todo punto de vista. Jamás voy a renegar de eso porque mis hijos son lo más importante de mi vida.

En esta nueva vida, quedaron atrás muchos amigos que se alejaron. Allá ellos con sus conciencias y decisiones. Yo no obligo a nadie a entenderme.

Fue en el ámbito laboral donde me he visto más afectada. Siempre he tenido una empresa constructora, además del estudio de arquitectura. Muchos clientes antiguos dejaron de traerme obras, preocupados por el qué dirán o por mi apariencia. Mi clientela se redujo en un 70%. Nada de eso me preocupa porque estoy muy tranquila conmigo. Curiosamente, los gremios de la construcción, que no son nada sencillos, tampoco mostraron mala actitud. A la obra voy con ropa femenina más adecuada, de batalla: una pollera de jean o un vestido más largo porque me resulta cómodo. Me miran en silencio y a veces se ponen un poquito más cabeza dura que antes, pero siempre llegamos a un acuerdo porque me respetan mucho a nivel profesional.

Como disfruto de una sensibilidad nueva, puedo interpretar y entender cosas que un hombre o una mujer común jamás podrían. Incluso, asumo actitudes que antes me eran ajenas como la delicadeza y el pudor. Para mí significan una evolución como persona. Eso también se refleja en mis proyectos. Mis producciones anteriores eran mucho más duras, de líneas rectas. Ahora noto que se han vuelto flexibles y plásticas. Recurro más a las formas espiraladas y tiendo hacia lo simple. Al haberme liberado, todo es más suelto, más redondo, más amable.

Mi visión se ha vuelto femenina sobre muchas cosas que antes no advertía: una sociedad muy machista, centrada en los derechos del hombre, donde la mujer gana menos desempeñando las mismas tareas y es poco respetada en sus decisiones. Cuando pesaba 100 kilos y usaba bigote, iba a un taller mecánico y me arreglaban el auto inmediatamente. Ahora en el mismo taller, me hacen reventar antes de arreglármelo y me tratan como si no entendiera nada.

El nombre de Canela me lo eligieron pero fue como un reencuentro. En el jardín de infantes estaba enamorado de mi maestra que se parecía mucho a Canela, la conductora de televisión. Cuando empecé a cambiar de aspecto, mi amiga travesti me dijo que me veía igual a ella. En ese momento me acordé de aquellos sentimientos y lo adopté inmediatamente.

En mi documento todavía figuro como Ajax Hugo Grandi Mallarini. Hasta hace un tiempo no me molestaba, era parte de mi pasado, pero ahora no me gusta ni me siento bien cuando alguien me llama Ajax. Enseguida lo aclaro y digo que mi nombre es Canela. Así como hay mucha gente buena, algunos lo toman en sorna sin imaginar el proceso que hay detrás de semejante decisión.

Hace semanas inicié la terapia hormonal, así que todavía no puedo hablar sobre sus resultados. Es muy paulatina y poco agresiva porque soy una persona grande. Quisiera una transformación lo más completa posible en el lapso que determinen mi cuerpo y mi salud. En cuanto a las intervenciones quirúrgicas, me animo a unas prótesis y nada más porque no me quiero morir en una sala de operaciones. No tengo edad para intentar algo tan arriesgado, me da mucho temor y tampoco sé si es lo que quiero. Me depilo con láser y trato de mejorar mi piel para verme más femenina cada día. También espero que la voz se me vuelva más aguda. Practico bajar una octava mi tono, algo que me es muy difícil porque tengo la voz gruesa, de barítono. Cuando hablo por teléfono, todavía me dicen “Sí, señor”.

Mi sueño es viajar por el mundo con un hombre, un hombre cabal. Hasta ahora nunca tuve una pareja como travesti, sólo un amigo bastante menor con el que íbamos a bailar. No sé si es fácil tener una relación estable, algunas amigas travestis tienen sus novios y es muy lindo verlos, pero son más jóvenes.

Me siento una mujer, aunque está claro que no lo soy ni voy a llegar a serlo, ni siquiera con cirugía. Si tuviera que definirme, diría que soy de otro género: una chica travesti, en transición. Eso es lo que en verdad soy.

He logrado vivir en paz y me da mucha satisfacción ver que la sociedad argentina ha cambiado tanto. Para mí este momento es una continuación de los sesenta, una época en la que pasaban cosas maravillosas, y ahora también. Les confieso que actuar de acuerdo con los sentimientos es una conquista extraordinaria, aunque sea difícil y demande un gran coraje. Desde que soy travesti, no he vuelto a ser desdichada. Y ahora, cuando lloro, mis lágrimas son de emoción, de alegría y de comprensión, ya no de dolor.

:: Clarín 


Nexo Asociación Civil

Nexo Asociación Civil
info@nexo.org

SOY - Página/12