El deseo y la excitación pueden provenir de cualquier objeto, persona o situación. Así como los seres humanos somos diferentes y diversos, también lo son nuestras prácticas sexuales, ejemplo, la gerontofilia.
Confundida, muchas veces, con las relaciones denominadas “40-20”, la gerontofilia lleva esta atracción a un nivel superior. Es una parafilia que consiste en la búsqueda de una pareja sexual de la tercera edad. Las personas que sufren esta filia sólo pueden conseguir la excitación por medio de observar, sentir y oler las características físicas que distinguen a un anciano: piel arrugada, flácida, calvicie y canas.
Una publicación realizada por la Federación Latinoamericana de Sociedades de Sexología y Educación Sexual, señala que la gerontofilia tiene dos variantes, la alfamegamia cuando la atracción es por un hombre entrado en años y la matronolagnia cuando es por una mujer madura. Se puede presentar en relaciones heterosexual y homosexual.
Generalmente esta filia se presenta en la adolescencia, etapa donde la mayoría inicia su actividad sexual. Para ser considerado gerontofilia debe existir entre los individuos una diferencia de aproximadamente 35 años. Situación que hace de esta parafilia algo poco frecuentes.
Existen diversas teoría sobre el origen de esta atracción, la mayoría señala que es el porte de seguridad, inteligencia y protección de las personas ancianas lo que puede detonar la filia.
Las prácticas sexuales son infinitas, en ellas interactúan deseos, traumas o fijaciones; sin embargo, no por ello son malas. Es importante analizar su origen y si se ejerce tratar de hacerlo de la manera respetuosa para todas las partes que intervienen, así con la mayor seguridad posible.
Gerontophilia (2013) es una película de temática gay dirigida por el polémico director Bruce La Bruce, quien tiene una filmografía en la que siempre busca convulsionar al público y experimentar con lo más prohibitivo.
El film trata acerca de un joven adolescente llamado Lake que está interesado en mantener relaciones con ancianos y hombres muy mayores.
Lake piensa que su fijación por este tipo de hombres puede ser algo insano e innatural, por eso decidirá aceptar un puesto de enfermero en un asilo, para probarse así mismo.
El joven protagonista comenzará a sentir una atracción muy fuerte por los hombres ancianos del asilo, algo que en un principio ocultará a su novia Desiree.
En particular, Lake se enamora de un anciano llamado Peabody, un hombre de más de 80 años, con el que duerme en la misma cama y cuida con toda la delicadeza, ofreciéndole su hermoso cuerpo y amor.
El director LaBruce vuelve a rodar una película muy provocativa y toca un tema no muy explorado como son las relaciones entre ancianos y chicos jóvenes, algo que sí se ha visto mucho en el cine hetero.