¿Llevas la cuenta? Ya sea que te masturbes dos veces por semana o por día, si se rata de tu pasatiempo favorito, seguramente tienes un número en la cabeza. Si igualas la marca o la rebasas, seguramente comienzas a preguntarte si es demasiado.
La buena noticia es que no hay un número mágico tratándose de un saludable hábito de masturbación, asegura Dan Drake, terapeuta sexual certificado y consultor clínico. “No importa qué tan seguido te masturbes, no es un problema hasta que comienza a afectar tu vida de manera negativa”, explica.
Así que ¿cuándo un inofensivo ejercicio se transforma en una adicción dañina? Aquí están los síntomas, físicos y psicológicos, que podrían indicar que deberías de darle a tu muñeca un descanso.
TE ESTÁS LASTIMANDO
Sí, algunos hombres se masturban tanto que acaban lastimándose, señala Tobias Köhler, urólogo de Southern Illinois University. El daño podría ser algo tan sencillo como rosaduras en la piel o tan serio como la enfermedad de La Peyronie (una acumulación fibrosa en el pene, resultado de ejercer demasiada presión al masturbarse), explica el doctor Köhler. (Básicamente, no trates de ahorcar a tu pene). Si te estás lastimando, necesitas bajarle la intensidad, advierte.
AFECTA TU RELACIÓN O TU TRABAJO
Prefieres quedarte en casa a “darle” que salir con tus amigos los viernes por la noche o llegas tarde a tus juntas por darte una mano en el baño de la oficina. Si descubres que tu hábito está afectando tu vida social o tu empleo (y de paso evitando que salgas y encuentres una pareja), son señales de que necesitas cambiar tu rutina, explica Drake.
TIENES PROBLEMAS PARA EYACULAR
Algunos hombres que se masturban demasiado usando estímulos específicos (digamos, cierto tipo de pornografía, aunado a cierto tipo de movimiento de la mano) descubren que no pueden recrear el mismo tipo de excitación durante el sexo, comenta Köhler. Básicamente, jalártela le enseña a tu cerebro y a tu cuerpo a descargarse únicamente en respuesta a tus sesiones privadas y te costará trabajo terminar cuando estés con una persona. “Si eso sucede, tienes un problema que necesita atención”, comenta Köhler.
NO PUEDES DEJAR DE PENSAR EL ELLO
Si regularmente te distraes pensando en cuándo o cómo vas a masturbarte, es un fuerte indicador de que se trata de una grave conducta, indica Drake.
HAZ TRATADO DE BAJARLE, PERO FALLASTE
“Uno de los principales criterios para diagnosticar cualquier tipo de adicción es la pérdida del control”, explica Drake. Igual que con el tabaquismo o la ludopatía, si no logras frenar el hábito, una vez que te das cuenta que está fuera de control, tienes un problema.
Encima de todo, hay veces en las que masturbarse simplemente no es la mejor idea. Por ejemplo, el doctor Köhler y sus colegas encontraron que masturbarse diariamente durante dos semanas reduce la cuenta de esperma casi un 50%. “Si tú y tu pareja están tratando de tener un hijo, autocomplacerte puede estar reduciendo sus posibilidades”, explica.
SI DESCUBRES QUE TIENES UN PROBLEMA ¿QUÉ DEBES HACER?
Drake indica que hay dos maneras de tratar el problema: dejar de masturbarte por completo o el método “reducción de daño”, que consiste en bajarle a la periodicidad e intensidad, permitiéndote una sesión ocasional. Puedes intentar hacerlo tú solo, pero si fracasas, ir con un terapeuta sexual te puede ayudar a armar una buena estrategia, agrega.
“No hay nada poco saludable o problemático con masturbarse. Pero, si comienza a deteriorar tu calidad de vida, tienes que tratarlo como lo harías como con cualquier mal hábito”, concluye.