Foto: Crónicas Fueginas |
La pareja están casados hace dos años, fueron la tercera pareja en contraer matrimonio en Tierra del Fuego luego de la aprobación de la ley.
Según comentaron al diario El Territorio de Posadas Misiones que cuando se casaron pensaron en la posibilidad de formar una familia y a partir de eso fueron madurando la idea de los hijos, “teníamos diferentes alternativas que son todas conocidas. Pero nosotros pensamos la idea de la adopción, teniendo al niño como un sujeto que necesita el cuidado y el amor de una familia”.
A partir de ahí, empezaron a hacer las averiguaciones propias legales que se necesitan para adoptar. Se inscribieron en Tierra del Fuego, ya que cada postulante tiene que inscribirse en su provincia. Después de eso, durante unas vacaciones que pasaron en Iguazú, en febrero de este año, decidieron recorrer varios hogares y entre esas visitas, conocieron a los hermanitos D. de 11 años y G. de 9 años, e inmediatamente se vincularon. “Nos reunimos con el Defensor y le planteamos que queríamos adoptarlos”, contaron.
Desde entonces, esta pareja decidió luchar para obtener la adopción de estos dos hermanitos, “la experiencia de conocerlo fue hermosa. Nos presentaron y a partir de ese momento él no se nos separó, fue un milagro del cielo, fue él el que nos eligió a nosotros”.
Es así comoel Juez Juan Pablo Rissi, que se encuentra subrogando al juez Ricardo Gerometa, otorgó la guarda con fines de adopción a Pablo y Juan. Es una guarda que dura de 6 meses a un año, como un período de prueba, si las cosas se desarrollan bien y el chico se adapta al finalizar el período de la guarda se pide la adopción definitiva. “Él tuvo su audiencia con el defensor y dijo que quería estar con nosotros y su hermanito”.
La pareja, ademas comentó que, hoy por hoy, si bien el Registro Único de Adopción del país ha avanzado muchísimo, hay que llamar a la reflexión a los jueces que son los encargados de velar por los Derechos del Niño, y son ellos quienes tienen que liberar las medidas pre adoptivas para que los chicos tengan una familia.
Sobre la condición de ellos como pareja y el hecho de adoptar un niño, contaron que, “nosotros hacemos uso del derecho. Así como tuvimos la posibilidad de casarnos, hoy estamos haciendo uso del derecho de poder solicitar la adopción de un niño".
"Tenemos en claro que nuestros hijos tienen el derecho de tener una familia, que es lo que estamos dispuestos a dar”.
Después de atravesar por todo los pasos judiciales y notar que a veces la Justicia es tan burocrática, ambos formaron en Tierra del Fuego, la Asociación de Padres y Aspirantes a Adopción, “cuando uno espera un hijo va a ser tu hijo, no importa ni cómo ni de qué manera. Esto lo pensamos mucho antes de que ellos llegaran a nuestras vidas. Éramos una familia de dos, ahora queremos incorporar hijos, como sea que Dios lo mande”.
Para finalizar, ambos destacaron que han tenido una vinculación muy fuerte con el niño, hablan todos los días por teléfono y la comunión que sienten es muy fuerte, “el Juez tiene mucha predisposición de darnos una solución, y si Dios quiere, en 72 horas tendremos a nuestros hijos”.
Estos niños son de Iguazú y si bien todavía son chicos, la vida los golpeó mucho. Ambos tienen la misma enfermedad por la que falleció su madre en el 2008. Desde entonces quedaron al cuidado de su abuela y después de una tía.
Pero, en noviembre del 2011 todo cambió, por distintas razones terminaron viviendo en la calle y hasta llegaron a dormir en el basural.
Es así, como el más pequeño de los dos se acercó a la Comisaría de la Mujer de la ciudad, a fines de noviembre, para pedir ayuda.
La oficial Silvia Sosa, jefa de la Comisaría de la Mujer en aquel entonces, los ayudó y obtuvo la custodia momentánea de los hermanitos durante un tiempo hasta que fueron llevados al hogar Pequeños Milagros.
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A 48 horas de que el juez Juan Pablo Rissi otorgara la guarda de los hermanitos D., de 11 años, y B., de 9, a la pareja igualitaria integrada por Juan Castro y Pablo López Silva, los niños demuestran a cada momento lo felices que se encuentran.
Estos hermanitos iguazuenses pasaron, en su corta edad, por momentos muy difíciles. Afrontaron la muerte de su madre, pasaron días de muchas necesidades y hasta llegaron a vivir separados durante muchos meses.
Pero el destino tenía preparado un hermoso final para estos pequeños luchadores de la vida. Sin saberlo, en la otra punta del país (Tierra del Fuego) existía una pareja que lo único que deseaba era formar una familia y dar amor. Fue así como Juan y Pablo llegaron a la vida de estos niños.
Después de muchas audiencias, papeles, lágrimas, nervios y ansiedad, el jueves pasado el juez falló a favor de que ellos crecieran y compartieran una familia con Pablo y Juan. Así el matrimonio logró ser la primera pareja homosexual en adoptar un niño en Misiones.
“Cuando empezamos a prepararnos para ser papás nunca pensamos que Dios nos iba a bendecir tanto así”, destaca Pablo, esbozando una hermosa y sincera sonrisa mientras acaricia al mayor de sus hijos.
Los niños juegan, saltan, se divierten. Aprovechan el tiempo y a su vez recuperan los días que perdieron mientras estaban separados. Son inocentes, no comprenden los tiempos de la Justicia, sólo entienden y aceptan que a partir de ahora esas dos personas son sus papis, como los llaman.
Ambos niños manifiestan extrañar a sus familias anteriores. El mayor, sus días y amiguitos del Hogar Pequeños Milagros de Posadas, a quienes recordará y llevara siempre en su corazón, ya que a ellos los unía el mismo sentimiento. El menor todavía transita su proceso de aceptación por un lado y despego por otro, ya que estaba con la abogada Marta G., con quien todavía pasa algunas horas.
Preguntas para entender
Mientras observa cómo sus hijos se desempeñan jugando con esos aparatitos novedosos de videojuegos, Pablo cuenta con cariño cómo fue el momento que el más chico de los hermanos quiso indagar sobre la relación de la pareja.“Estas son las primeras horas que compartimos juntos con él, así que sabíamos que en cualquier momento llegaría esa pregunta. Con toda su inocencia nos preguntó ‘¿quién es la mamá?’, y yo le respondí ‘ninguno de los dos es mamá, somos dos papás’, y que lo vamos a querer y cuidar como lo haría cualquier mamá”.
Todo es novedad, todo es sorpresa para ellos. Pasan sus días en esta localidad en un hotel, ya que por pedido de la Justicia deben quedarse un tiempo en la ciudad a la espera de los informes que elevará la psicóloga del juzgado que otorgó la guarda.
El pedido que más se hace escuchar es el de saber cuándo irán a su casa, aquella que hace meses fue arreglada con mucho amor para recibir a estos nuevos integrantes.
Según explicó la pareja, ellos ya tienen su habitación esperándolos en Tierra del Fuego. Además los esperan sus nuevos abuelos, tíos y primos adoptivos. Y hasta una escuela con muchos niños de su edad aguardando hacer nuevos amiguitos. Quienes llevarán consigo el mayor de los regalos, el amor.
También hubo tiempo para que los chicos puedan visitar la tumba de su madre.
“En este momento estamos comprando flores para llevarle al cementerio a la mamá de nuestros hijos y no puedo dejar de llorar al leer los relatos tan precisos de lo que vivimos”, señaló Juan Castro en su cuenta de Facebook junto a una foto donde abraza a uno de sus hijos.
“El corazón nos estalla de alegría, no sabés lo que estamos viviendo, Dios está con nosotros y nuestros viejos y la mamá de ellos desde el cielo nos acompañaron. Soy un padre feliz”, expresó lleno de emoción.
Son momentos intensos y felices, en los que los mayores aprovechan para conocer a los niños, y ellos a sus papás. Ríen, juegan todo el día, planean su vida. Planean la vida de los cuatro, que a partir de ahora será una sola.
:: El Periódico de Puerto Rico