La Mona Lisa de Leonardo Da Vinci esconde en sus pupilas las iniciales L y S que, según una investigación del Comité Nacional italiano para la Valoración de Bienes Históricos, corresponden a quienes inspiraron al artista italiano: la florentina Lisa Gherardini y el amante del autor renacentista, "El Salai".
El presidente del comité, Vinceti Silvano, aseguró hoy durante una rueda de prensa que decir que la Gioconda es Gherardini es "una verdad a medias", pues la enigmática obra de Leonardo incorpora también rasgos de "El Salai".
De hecho, los cuadros en los que el italiano utilizó a su amante como modelo lo reflejan como un personaje "ambiguo y extremadamente andrógeno", unos rasgos que, según Silvano, son "muy similares" a los que presenta la Mona Lisa.
"El Salai", cuyo nombre verdadero era Gian Giacomo Caprotti, era un alumno predilecto de Da Vinci con el que mantenía una relación amorosa y del que no se separó durante más de 25 años.
Además, la investigación también ha revelado que el genio italiano pintó el número 72 bajo uno de los arcos del puente que aparece al lado de la Gioconda en el cuadro.
La presencia de este número, según Silvano, "no puede ser casual", ya que se trata de una cifra "mágica" que está ligada a numerosas tradiciones religiosas y místicas.
La cabalística, por ejemplo, indica que el nombre de Dios está formado por 72 letras, mientras que para los cristianos este número puede llevar hasta el Apocalipsis defendido por San Juan.
Por su parte, el 2 es una cifra a la que históricamente se relaciona con la armonía entre el género masculino y el femenino, una fusión entre el hombre (Il Salai) y la mujer (Gherardini), que podría haber desembocado en la enigmática Mona Lisa.
Silvano, que reconoció que probablemente exista un "verdadero código Da Vinci", también quiso llamar la atención sobre el resultado de la suma 7+2, que es 9 y simboliza la "iniciación, o sea la divinidad que se manifiesta al hombre que la representa".
"Leonardo compara así la figura del pintor con la de un ser casi mitad divino, que es capaz de reflejar la realidad creada por Dios en un cuadro", señaló el presidente del comité italiano.
Todos estos descubrimientos sobre la personalidad del genio Da Vinci hacen que se considere La Gioconda "un testamento vital" de la última etapa de Leonardo Da Vinci, de la que los investigadores dicen que probablemente fuera la más mística del artista.
"Revela las dimensiones filosófica, esotérica, teológica y religiosa del último período de la vida de Leonardo Da Vinci, quizá ese sea el gran secreto de la Gioconda y la respuesta de por qué este cuadro era tan caro y lo acompañó hasta la muerte", afirmó Silvano.
Sobre la elección de un puente para acompañar a la figura principal de la obra, la investigación aseguró que se trata de un elemento simbólico que siempre se ha asociado a la muerte, pero también al retorno al vientre materno.
Por ello, Silvano indicó que eligiendo el puente como elemento decorativo del paisaje Da Vinci pretendía hacer un guiño a la maternidad y su significado.
El Comité Nacional italiano para la Valoración de Bienes Históricos explicó que la investigación que han llevado a cabo se centró, fundamentalmente, en reconstruir la vida y el pensamiento del genio italiano, lo que les permitió vincular y relacionar muchos de los elementos de la obra.
Silvano anunció que "probablemente" haya una segunda fase de esta investigación sobre La Gioconda que reportará nuevas sorpresas sobre el que seguramente sea el cuadro más enigmático de la historia.
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